Desde Kaleidos - Centro de Etnografía Interdisciplinaria manifestamos nuestro rechazo frente a los actos violentos y discursos de odio que han sufrido diversos murales en las escalinatas de El Otorngo y la Facultad de Jurisprudencia, Ciencias Políticas y Sociales en Cuenca. Sería pertinente un pronunciamiento que derive en acciones eficientes de parte de la Universidad, de la Senecyt, así como de autoridades de la ciudad.
Como espacio académico planteamos una discusión sobre los distintos tipos de discursos de odio presentes en estos actos (misoginia, lgbtiqfobia, racismo) y cómo podemos contrarrestar los mismos desde la universidad pública. Cabe reflexionar sobre el machismo aún existente dentro y fuera de la universidad que deriva en acciones violentas de este tipo y nos ponen en riesgo a todos/as. Los discursos de odio amenazan el ejercicio efectivo de los derechos humanos y atentan contra la dignidad de todas y todos quienes forman parte de una comunidad históricamente invisibilizada y vulnerada. Se evidencia la urgencia de implementar políticas positivas que sirvan para deconstruir estereotipos, roles, discursos discriminatorios y que, más bien, promuevan el pluralismo, garantizando el acceso de todos y todas al debate público.
Estamos convencidos de que las soluciones deben estar siempre alineadas con los problemas que se intentan atender. Una estrategia integral, debe incluir un proceso de investigación que evidencie los medios utilizados para propagar estas ideas que responden a un discurso autoritario y fascista que buscan imponer una forma única de interpretación de la realidad. Si los entendemos como prácticas articuladas, a partir de temores históricamente constituidos y prejuicios socialmente sostenidos, es también nuestro deber individual cuestionar nuestros privilegios y cómo nos insertamos mediante ellos en una sociedad que vulnera y ataca constantemente lo femenino, las diversidades sexo genéricas y cuestiones raciales.
Nos solidarizamos tanto con los/as artistas de los murales, las organizaciones feminsitas, LGBTIQ+ e indígenas, así como con todas y todos quiénes se sientan afectados/as por esta afrenta. Esperamos que este acto no quede impune. Los campus universitarios deberían ser espacios libres de odio, proponemos que sean declarados como tal y que juntos/as trabajemos por ello.