Este episodio fue producido por Daniela Idrovo, narrado por María Elissa Torres.
Contó con la colaboración de Mayra Flores y María Elissa Torres.
Organizaciones sociales, académicos/as y defensores de los derechos humanos alertaron sobre la vulnerabilidad de las prisiones apenas se registraron los primeros casos de COVID-19 en el país. En este episodio Jorge, Jacky y Miller nos cuentan cómo funciona la cárcel y cómo la COVID-19 está afectando la situación de las y los internos.
En Ecuador se han liberado a 808 prisioneros durante la emergencia, un número nada representativo tomando en cuenta que la población carcelaria del país asciende a 39 403 personas. Hasta el cierre de este podcast, se sabe que hay 526 presos y guías contagiados. El centro penitenciario de Ambato tiene el 87% de contagiados. En abril, el Ministerio de Salud realizó una prueba a los 610 internos, pues la mayoría tenía síntomas gripales. El resultado determinó que 420 presos tenían covid-19. Esto es lo que se sabe, pero se esperan resultados de pruebas rápidas que se están realizando en cárceles de todo el país.
Las cifras de los fallecidos no están claras, los medios hablan de 8 personas sólo en la cárcel de Ambato pero existen más casos reportados en otros centros. Aún menos información existe sobre la situación en las cárceles de mujeres, según Jacky, esto puede deberse a que la población es baja comparada con la de hombres, son 2589 mujeres, entonces de cierta manera, son más fáciles de controlar, en todo sentido. Si te quejas te pueden identificar y por lo tanto castigar.
Ahora en el país se pretende implementar la Ley Contra el Consumo y Microtráfico de Drogas una ley construida desde la criminalización y que por lo tanto aportaría a aumentar el número de internos e internas. Varias organizaciones y sociedad civil se encuentran luchando para cambiar ese proyecto de ley. Mientras tanto las cárceles en el Ecuador están a la espera de medidas que puedan evitar más contagios y muertes masivas así como disposiciones que sirvan para tratar eficazmente a quienes ya se han contagiado.
Transcripción: ¿Qué pasa con las cárceles?
Narradora:Este es un podcast de Kaleidos Centro de etnografía Interdisciplinaria.
Miller:Curar una gripe en un penal no es posible: no es posible terminar una gripe, esa gripe avanza por estelas, así por olas, arranca en el C (pabellón), va pa’l B, D, E, F y antes de que termine en el F o antes de que haya acabado en el A, en el C ya nuevamente arrancó. Esa gripe no sale de ese penal esa es la presa eterna, ella mantiene ahí dando vueltas cual gallinazo sobre la mortecina. La gripe mantiene y es una gripe nada más. Ahora déjame verte un COVID que no solamente infecta si no que mata. Dios no lo quiera, Dios no lo quiera pero tú allá no tienes como estar a más de metro de alguien, no puedes, es imposible, allá en una celda que caben dos meten 4 y depende el pabellón hasta seis pueden meter. Allá todos sueñan lo mismo, allá no hay como contar tu sueño a alguien, el otro dice pero ¿para qué me vas a contar si yo soñé lo mismo? de lo apretados que viven.
Narradora:Él es Miller Rivera, uno de los investigadores de Kaleidos, ha estado en prisión en dos ocasiones, una en Ecuador y otra en Perú. En este episodio nos va a ayudar a entender la situación de las cárceles del país, y como la COVID-19 ha agravado aún más las condiciones de los y las internas.
Audio video cárcel/ Interno:Guerreando con los suyos, tenemos hijos, eso no se dan cuenta, somos padres e hijos a la vez. Así que señor Lenin Moreno, espero que este video sea viral y sea escuchado a nivel nacional e internacional, sin más que decir, me despido, muchas gracias. No tenemos comida, no tenemos medicina aquí en este lugar, estamos desamparados, no tenemos nada, ni la comida nos trae el gobierno, queremos que nos den la libertad, señor presidente, tenemos hijos, madre, hermanos que nos esperan en casa y no queremos morir aquí con una enfermedad que nunca jamás nos vana a ver, te queman hoy en día y ya tu familia no te puede ver. Muchas veces habemos personas que no recibimos visitas, tenemos un poco de años aquí presos y no queremos morir aquí como un perro, queremos aunque sea ver a nuestra familia por última vez.
Audio video cárcel/ Interno:Por lo último viene un señor de dirección, llamado director acá al pabellón. Señor Reina, tengo que nombrarlo y usted viene y nos dice a nosotros que supuestamente, el que esté enfermo de coronavirus lo llevamos a transitorio como si en transitorio no hay más presos, allá se está muriendo la gente, en transitorio hay 200 personas, señor Reina si usted no tiene conocimiento de lo cual vamos a infectarlos a esas personas, esas personas después de un mes o 15 días son reubicados en otros pabellones de lo cual vana pasar el virus, ¿por qué no nos llevan al hospital directamente?¿por qué nos hacen morir con negligencia médica? Anes que nos boten nos están guardando más gente, sobrepoblando, ya basta de esto o ¿qué quieren que sea como Venezuela: amotinamiento, que se escape la gente? ¿Eso quieren, eso quiere señor presidente? o ¿qué quieren que haya matanza como la matanza que hubo en mayo?¿Qué quieren (por) el amor de Dios? Ayúdennos.
Narradora: Este video circuló en Facebook, es uno de los tantos que han sido grabados desde dentro de las cárceles del Ecuador y difundidos durante la cuarentena. El video se publicó el 2 de abril y ya en ese momento, se denunciaban contagios y muertes por coronavirus dentro de los centros penitenciarios, sin embargo, el primer diagnóstico positivo de COVID-19 se registró por parte del Gobierno apenas el lunes 11 de abril en la ciudad de Quito.
Audio video cárcel/ Interno: Listo, buenas noches, este es un llamado de todas las autoridades competentes de parte de todos los PPLs del Centro de Atención Provisional de Pichincha Inca, para que tomen cartas en el asunto de la situación que se vive aquí. No tenemos protección para contrarrestar el virus COVID-19, no poseemos mascarillas, medicamentos, sabemos que estamos en este lugar pagando el delito cometido. Recuerden: somos seres humanos que tenemos familiares que nos esperan, así mismo tenemos derecho a la salud, a la vida. Tengan conciencia de que el hecho que hayamos cometido errores no quiere decir que tengamos que morir como perros. ¿Dónde están los derechos humanos? ¿Dónde está el Ministerio de Salud? ¿Dónde está el señor presidente? Ya esto se les fue de las manos, necesitamos ayuda.
Narradora: En este otro video publicado el 12 de abril, habla un solo interno, pero el espacio está repleto, en las imágenes se puede ver alrededor de 70 presos, unos pocos con mascarillas, otros, tapados la nariz y la boca con camisetas; y unos últimos descubiertos totalmente. Todos denunciando que la situación se les había salido de las manos.
Desde el comienzo se preveía que las cárceles serían un foco infeccioso alrededor del mundo, y más aún, en las hacinadas prisiones latinoamericanas. Según el Banco Interamericano de Desarrollo en el continente hay más de un millón y medio de presos. El 58% de estos no tiene una cama. El 20% no tiene acceso a agua potable y sólo el 37% tiene jabón, el insumo más importante para prevenir el contagio.
Por su parte, Ecuador tenía una sobrepoblación en prisiones mayor al 40%, cifra que según Edmundo Moncayo, titular del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad, bajó al 30% durante la cuarentena. De todas maneras, esto significa que en las cárceles, el distanciamiento social es todavía imposible aplicar. Como nos decía Miller al inicio:
Miller: Si el mundo, si la sociedad afuera, si los sistemas de los gobiernos, si los sistemas médicos, si las empresas, no estaban preparadas para algo así, ahora déjame saber qué tan preparadas podían estar las personas en la cárcel.
Narradora:Las cárceles en el país ya se encontraban en crisis antes de la pandemia, en mayo de 2019, el presidente ecuatoriano Lenin Moreno decretó estado de excepción en el llamado Sistema de Rehabilitación Social, disponiendo la intervención de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional para mantener el orden ante motines, y hechos violentos, que incluso cobraron vidas. Como para muchos otros sectores de la población, la emergencia no es de ahora, la pandemia sólo ha maximizado las condiciones de vulnerabilidad preexistentes. Cuando le preguntamos cuál sería su mayor temor si aún estuviera en prisión, Miller respondió:
Miller: ¿Antes o después de morirme?
Narradora: Miller conoció a Jorge Núñez, uno de los cofundadores de Kaleidos, hace ya 17 años cuando Jorge comenzaba su investigación sobre cárceles que se mantendría hasta el día de hoy. Jorge nos explica que las cárceles están hipertrofiadas, y esto tiene que ver con la falta de oportunidades, en un país marcado por la inequidad en donde la gente tiene que ganarse la vida muchas veces en oficios ilegales. Aquí Jorge:
Jorge Núñez: Y los delitos de drogas, por lo general no violentos que tienen que ver con la logística del narcotráfico, la mayor parte de gente que está en las cárceles del Ecuador, es gente que está por delitos relacionados con la logística de la economía política del narcotráfico, también tienen que ver con la escasez de mercados laborales y oportunidades que tiene la gente.
Narradora: Lo que hay que entender, dice Jorge, es que el Ecuador debe dejar de gestionar penitenciariamente los problemas sociales que tenemos.
Jorge Núñez: y que muchas veces son ocasionados por los gobiernos y sus políticas de austeridad y de poca inversión social.
Narradora: Este es el caso de Miller, quien estuvo detenido por actividades relacionadas con la logística del microtráfico. Actividades que no involucran violencia, se las puede comparar con el papel de cualquier persona que se dedique a la entrega o distribución de productos, sólo que en este caso los productos están criminalizados, se mueven bajo la línea de la ilegalidad.
En las cárceles de mujeres pasa lo mismo: más del 50% de internas cumplen penas por infracciones relacionadas con drogas, como Jacky, a quien la sentenciaron sin tener pruebas claras, su delito fue tener una pareja que se dedicaba al tráfico de drogas,
Jacky: La presa decía: cogieron al señor tal y a la mujer, pero no, osea a mi no me encontraron con tenencia de drogas nada de eso, osea nunca imaginé. Total como no me pudieron encontrar con drogas, ni dinero, ni armas, nada de eso, yo no tenía nada en la casa, me pusieron asociación ilícita, delincuencia organizada. Pero de alguna manera me tenían que sentenciar, en ese entonces era ministro el Serrano y dijo que nadie tiene que salir que todo el mundo tiene que ser sentenciado, entonces nos sentenciaron .
Narradora: A su ahora expareja le dieron 7 años.
Jacky: Él desde el momento que le detuvieron se fue a Latacunga, a mi me dejaron en cuenta. A mi por ser la mujer me dieron 3 años, y así pasé 3 años ahí. Yo tenía para salir a los dos años, pero yo no quería deberles nada, porque cuando uno queda firmando tiene que ir cada semana, firmando, presentándose, todos los fines de semana, entonces yo dije no, yo quiero salir libre sin volver acáya para firmar ni nada, entonces me aguanté los tres años.
Narradora: Jacky quería salir y no volver jamás a ese lugar que para ella es horrible. Si bien en Ecuador a las cárceles se las llama Centros de Rehabilitación en la práctica están muy lejos de funcionar de esta manera.
Jacky: Para que haya rehabilitación ahí, se necesita gente que le importe el preso. Gente que diga bueno, esa persona necesita esto y vamos a trabajar en esta área. Rehabilitación no es aislar a la persona, castigarla,quitarle la visita. Decir: Ah hiciste esto entonces no tienes visita, o no vas a poder comprar economato ya. Ahí necesitan ayuda de profesionales, psicólogos. AL psicólogo se lo ve rara vez ahí, hay uno de planta pero cuando uno quiere hablar con el psicólogo pasan días enteros, y uno no puede hablar con ellos, pero no hay esa ayuda. Por decir si amanece uno con dolor de cabeza y dice por favor lléveme al médico ellos dicen: no, no pude salir, uno entiende, pero hay otras personas que no entienden: ah ya no me llevan al médico entonces van se compran una pepa, se fuman, se pegan y ya. Acabado el problema para ellos. Hay funcionarios que para hacer un favor cobran, ahí hubieron guías que estuvieron presos, que andaban uniformados, que los duros ahí cuando al rato se desapareció, ah está acá lado, y siendo funcionario, estuvo preso y no un, dos, tres, osea imagínese. Entonces la gente dice si ellos que tienen trabajo, que tienen todo caen no se diga uno que no tienen nada, porque hay mucha gente que cae en cosas ilícitas porque no tienen un trabajo entonces ahí se vio muchas cosas, muchas cosas. Ellos son hasta, a veces, más corruptos que nosotros.
Narradora: Miller concuerda con Jacky.
Miller: Yo, en todas esas partes en las que he estado, jamás he conocido un centro de rehabilitación, no lo conozco. Rehabilitar, osea habilitar a una persona para que pueda volver a estar en sociedad. Esa es la intención de rehabilitación social, eso yo nunca lo he visto Eso JAMÁS he conocido. Privados de libertad sí conozco muchos, tanto en cárceles como afuera también porque, bueno, aunque cambió mucho, afuera ha cambiado mucho porque lo que era migración, antes en Ecuador molestaba tanto que habían personas que estaban prohibidas de su libertad de pasar por tal lado. Habían amigos que decían: no, yo por ahí no me puedo mover porque por ahí anda migración entonces está privada de esa libertad de pasar por ahí por ser ilegal y en la cárcel sí, eso es obvio no. Entonces privados de libertad sí conozco, centros de rehabilitación no conozco ni el primero.
Narradora: La idea de rehabilitar implica que una persona que sale de prisión pueda reinsertarse en todos los ámbitos de la sociedad. Pero,
Jorge Núñez: El problema de la cárcel ecuatoriana es que tiene unas puertas muy grandes y gente pobre de la ciudad llega a la cárcel, gente pobre del campo llega a la cárcel y es muy difícil salir, tiene las puertas de salida en cambio muy pequeñas, y ¿qué quiero decir con esto? Quiero decir que la gente independientemente de que cumpla su condena, las posibilidades de re inserción que tiene son mínimas. Entonces eso, básicamente, te condena a volver a cualquiera de las economías ilegales que te llevaron en primer lugar a la cárcel.
Narradora: Entonces termina sucediendo lo contrario.
Jacky: Hay gente que, muchas de las veces, entra bien y ahí se daña.
Miller: Todo el que entra por robo sale profesional en muchas otras cosas, sale con mayores conocidos, sale con más rabia, ¿me entiendes? Entonces, las cárceles no son la solución, definitivamente.
Narradora: Miller nos cuenta que a la cárcel se la puede entender como si fuera un país dentro de otro país.
Miller: Si hablamos que la cárcel es un país dentro de otro país, ese país que es la cárcel, vive única y estrictamente del turismo. El turismo es lo que inyecta plata a esos países. Ellos viven del turismo, es el turismo el que da la plata ahí, con el turismo sale una plata para comprar una cosa, para comprar la otra.
Audio NOTICIAS, reportera: Las autoridades realizaron un protocolo con lineamientos para evitar que este virus ingrese a las cárceles, en él, por ejemplo constan los pasos a seguir para nuevos ingresos, los guías deberán llevar uniforme médico del preso para evitar que ingresen personas con afecciones respiratorias y una de las medidas más drásticas fue la suspensión de las visitas desde el pasado martes.
Narradora: La restricción de las visitas a las cárceles era una medida necesaria, sin embargo trae otras complicaciones porque irrumpe la dinámica económica de las mismas.
Jorge Núñez: Ya no hay remesas desde la calle para suplir las deficiencias del sistema penitenciario y eso es algo que también pasa en el país, ya no hay las famosas remesas desde el extranjero, entonces la situación en la cárcel se ha convertido en insostenible desde el punto de vista del interno.
Miller: Le cortaron el turismo, no hay más turismo en ese país, entonces le mocharon la actividad económica y eso afecta harto.
Narradora: Y es que en la cárcel los internos buscan la manera de producir, de estar activos económicamente y son ellos y sus familias quienes mantienen los costos del encarcelamiento. Así el dinero entra y sale constantemente de la prisión.
Jorge Núñez: las cárceles ecuatorianas están privatizadas de facto, y ¿qué quiero decir con esto? Que los prisioneros asumen el costo de encarcelamiento pero también son los que construyen la cárcel, y los que proveen de alimentación y todo. Algo que hay que tomar en cuenta en las cárceles ecuatorianas es que muchos de los internos mantenían a sus familias con los negocios que tenían adentro.
Narradora: Entonces pasa lo mismo que pasa en la ciudad.
Miller: Te hablo desde la silla mía, desde donde yo alcanzo a ver desde donde yo alcanzo a divisar. Yo soy una persona que tanto adentro como afuera , vivo de lo que hago diariamente, vivo del día a día, y ahorrando, acumulando, amontonando día a día, grano a grano tanto adentro como afuera pero ahora ese algo no se puede, no hay cómo producirlo. Tú vas a construir una celda, tienes que construir una celda porque alguien te va a comprar, porque alguien te está pagando por arreglarla porque algo está pasando, tienes un restaurante, listo, atiendes ese restaurante, le vendes la comida a tantas personas. Pero ahora se paró, se congeló, está estancado. No entra materia prima, no hay demanda,no hay absolutamente nada entonces no produces, y si no produces no comes. Hay personas aunque parezca duro de creer pero mantienen a su familia desde allá aunque no parezca, pero las mantienen. Producen, sacan, uno dos tres dólares, tú no te imaginas, hay mujeres que iban allá a recibir en la semana 3 dólares que era con lo que podían vivir hasta otros dos tres días que podían volver a ingresar. Entonces no hay esa producción. ¿Me entiendes? O mandados a comprar con la mujer algo que con el cachimocho te podía salir más caro, con ella te salía más barato, había esa forma no de vivir si no de sobrevivir en prisión y lo hacían juntos. Pero ahora no se puede, no hay cómo.
Narradora: Jorge recuerda que cuando se hicieron las cárceles de máxima seguridad en 2014, se encareció el costo de encarcelamiento para las familias y los prisioneros;
Jorge Núñez: Volvió a ser mucho más difícil la vida al interior de los penales.
Narradora: Algo que complicó aún más la situación de los y las internas fue la implementación de los economatos, una especie de tienda oficial incorporada en las cárceles en las que se puede comprar diferentes artículos de comida o higiene. Uno de los objetivos al implementar los economatos fue disminuir la circulación de dinero, para comprar en ellos es necesario que alguien desde afuera deposite dinero en una cuenta de la cual se debita cuando el preso o presa compra.
Jacky: Hay en la cárcel uno puede hacer compras en un lugar que se llama el economato, entonces tanto los hombres como las mujeres tienen un cupo. Los hombres sabía que eran 40$ y las mujeres 60$. mensual. Entonces eso nos ponían los familiares, a mi me ponían mis $60 y yo sacaba 15$ semanales. ¿Qué saca usted con $15? Shampoo, cositas de aseo, una gaseosa y ya. Los hombres todavía tenían menos, de ellos era sólo $40 el cupo, entonces, yo pienso que eso sí debe haber, el economato debe estar porque si eso llegara a faltar, pobres de ellos no tendrían cosas de aseo nada.
Narradora: Que tengan cupo significa que ese es el máximo que se puede depositar al mes, pero eso depende siempre de la capacidad económica de las familias.
Jorge Núñez: Otro problema que hay es que mucha de la gente que mantiene al interno y asume el costo de internamiento vivía o vive del trabajo informal en la calle, entonces esos 30 dólares que podía depositar para que el interno pueda comer, completar su alimentación y sus necesidades nutricionales ya no está ingresando.
Narradora: Las familias del entorno penitenciario que sostienen la vida de prisioneras y prisioneros han tenido restricciones en el acceso a visitas desde iniciada la cuarentena, dejando desabastecidos a sus parientes en encierro porque es casi imposible ingresar dinero o comida por ejemplo.
Jacky: La comida es, que Diosito me perdone porque la comida es sagrada, pero la comida que dan ahí es muy mala. Sabe que ahora yo sé, ahora que yo estoy acá, la carne que dan ahí ha sido de caballo, no ha sido carne de res, bueno la mezclarán de vez en cuando darán de res, pero la carne de caballo ha sabido llegar a ese centro. La comida es pésima, nosotros varias veces hicimos huelga para que nos cambien la comida. A veces nos daban los arroces acedados, el desayuno es fatal, imagínese que nos daban una colada, una agua de arroz, un arroz hervido y era agua, era una agua de arroz dulce nada más. Entonces ahí se pasa muchas necesidades, a veces la sopa venía hasta con moscas, crease así, era fatal, era fatal.
Narradora: Jacky solía comprar leche en polvo en el economato para completar el desayuno que le daban o mortadela para el almuerzo. Muchas veces merendaba pan con cola. Ella dice que habían muchas mujeres a las que su familia no podía apoyar económicamente y otras que habían sido abandonadas. Las condiciones que se han generado con la cuarentena hacen que el hambre en la prisión aumente, ya se han registrado motines y saqueos de los economatos en diferentes partes del país como Tulcán.
AUDIO MOTIN cárcel de TulcanAudio sonido de motin cárcel de Tulcán: Esto es lo que está pasando en el Centro de Rehabilitación Tulcán porque hay un infectado y no nos quieren sacar. La unión se está reuniendo hoy para que por favor nos dejen salir. Hay saqueo, mire mijo la gente se volcó acá al economato. Ve la candela aquí, se encendió la cárcel. Se encendió la cárcel, el economato todo lo saquearon.
Narradora: En Guayaquil.
Audio Cárcel de Guayaquil.
Narradora: Ambato y el Puyo.
Audios cárcel de Ambato y El Puyo.
Narradora: Jorge ha presenciado durante su trabajo de campo otros motines, a él le sorprende el sonido de los motines de ahora, lo encuentra muy diferente, en ellos se escucha desesperación.
Jorge Núñez: Los motines en los que yo participé, que en total fueron tres en estos últimos diecisiete, era una ulla organizativa, era: controla pabellón E, ya salimos en la televisión. Era una bulla organizativa y los videos que vi, porque no he estado en esos motines, ha un ruido desesperado, no se está organizando nada, sólo es básicamente la desesperación de gente hablándole a una pantalla por auxilio. Es un paisaje sonoro de desesperación de saber que están condenados y que además hay todo un lenguaje burocrático legitimado incluso en la sociedad para que estén condenados.
Audio noticias reportera: En Ecuador el Servicio Nacional de Atención Integral de las Personas Adultas Mayores Privadas de la Libertad y Adolescentes Infractores reportó el primer caso de contagio por COVID-19 en un centro penitenciario, el organismo expresó que se trata de un agente de seguridad.
Audio primer caso registrado cárcel del INCA
Narradora: Organizaciones sociales, académicos/as y defensores de los derechos humanos alertaron sobre la vulnerabilidad de las prisiones apenas se registraron los primeros casos de COVID-19 en Ecuador. Advertían la necesidad de excarcelaciones urgentes.
En ecuador se han liberado a 808 prisioneros durante la emergencia, un número nada representativo tomando en cuenta que la población carcelaria del país asciende a 39 403 personas. Hasta el cierre de este podcast, se sabe que hay 526 presos y guías contagiados.
El centro penitenciario de Ambato tiene el 87% de contagiados. En abril, el Ministerio de Salud realizó una prueba a los 610 internos, pues la mayoría tenía síntomas gripales. El resultado determinó que 420 presos tenían covid-19. Esto es lo que se sabe, pero se esperan resultados de pruebas rápidas que se están realizando en cárceles de todo el país.
Las cifras de los fallecidos no están claras, los medios hablan de 8 personas sólo en Ambato pero existen más casos reportados en otros centros. Aún menos información existe sobre la situación en las cárceles de mujeres, según Jacky, esto puede deberse a que la población es baja comparada con la de hombres, son 2589 mujeres, entonces de cierta manera, son más fáciles de controlar, en todo sentido. Si te quejas te pueden identificar y por lo tanto castigar.
Narradora: Jacky: Ahí la gente no puede hablar porque si habla le hacen un parte, y si habló mucho hasta un traslado puede llevarse esa persona.
Narradora: Tan solo comparando cómo se ha desarrollado y se ha manejado la emergencia sanitaria en el país, podemos asumir que la situación en las cárceles puede resultar catastrófica y lo que resulta aún más preocupante es cómo la sociedad legitima ciertos discursos en los que unas vidas valen más que otras o incluso no valen nada. Jorge lo resume así:
Jorge Níñez: Lo único que traduce es el extremo racismo que se vive en el país, esta suerte de indolencia hacia la inequidad, el racismo que existe, el machismo, entonces yo cuando veo las reacciones en redes sociales sobre la pandemia en cárceles, a mi lo que más me preocupa ahí, aparte de que no haya excarcelaciones humanitarias hasta este momento, es que sea tan fácil en el Ecuador decir quién deba morir y quién no deba morir; y que hayan sectores sociales que sean considerados desechables y sectores sociales que son considerados deseables; y lo que más me preocupa y lo que más ha mostrado la pandemia y el incremento de la gente en la cárcel es que cada vez el sector de personas consideradas desechables es más grande.
Narradora: Si bien existen delitos y delitos, al país le urge ver más allá de un hecho delictivo, porque estos no son hechos aislados.
Jorge Núñez: La cárcel es un punto de llegada de trayectorias vitales que están sobredeterminadas por la pobreza y la inequidad.
Miller: No sé en qué momento se perdió el camino y ya no se busca el sentido de justicia sino como el sentido de venganza, tanto socialmente como desde el Estado. Cuando estás traficando y el gobierno te pesca traficando el gobierno no dice: bueno hay que corregirlo y hay que ver porqué lo hizo, cómo lo hizo y estudiar eso, si no te atreviste a querer vivir en el olimpo sin trabajar como debe ser o alguna cosa y blum hijueputa, años de años de años pa’dentro.
Jacky: Mucha de la gente cree que en la cárcel están las peores personas y no. Ahí personas hasta a veces mucho mejores que las que estamos ahorita acá afuera.Hay personas muy buenas que así hayan cometido errores, son buenas personas. A veces, nadie sabe porqué comete un error, por la necesidad, por lo que sea y están pagando, entonces cuando ellas salen: ah no, estas salieron de la cárcel, ya no les quieren dar un trabajo, ya son mal vistas. La gente se expresa mal de los presos, en general.
Narradora: No existirá rehabilitación si al sistema encargado no le interesa los y las presas, menos aún si las mismas prisiones son lugares llenos de corrupción a toda escala. Jacky nos contó algunos casos de guías que robaban el dinero del trabajo que ella y algunas compañeras realizaban, pintando cerámicos o vendiendo chocolate. O de cómo, en una ocasión para comer un pollo asado les querían cobrar 150 dólares.
Jacky: Cuando yo estuve ahí hubo el terremoto en abril del 2016 y justo fue en la noche y nosotros estábamos ya en los cuartos y usted puede creer que ahí no nos abrieron la puerta, decir: Ay bueno, al menos salgan al patio para que nos podamos salvar. No, solo las guías salieron corriendo, ellas para fuera y ahí nos dejaron. Nosotros para ellos, no les importamos. Al gobierno no le importa un preso, entonces para ellos nosotros sólo somos un número no más.
Narradora: Ahora en el país se pretende implementar la Ley Contra el Consumo y Microtráfico de Drogas una ley construida desde la criminalización y que por lo tanto aportaría a aumentar el número de internos e internas. Varias organizaciones y sociedad civil se encuentran luchando para cambiar ese proyecto de ley. Mientras tanto las cárceles en el Ecuador están a la espera de medidas que puedan evitar más contagios y muertes masivas así como disposiciones que sirvan para tratar eficazmente a quienes ya se han contagiado.
Si bien para Jacky la prisión fue una experiencia muy fuerte y no quería volver a saber sobre eso, aceptó hablar con Kaleidos porque le interesa ayudar a mejorar las condiciones de las internas. A ella también le preguntamos cuál sería su mayor miedo si aún estuviera en la cárcel.
Jacky: Osea yo a lo que más le temería es al contagio pues porque yo se que ahí nos contagiamos ahí nos morimos.
Narradora: Este fue un podcast de Kaleidos, Centro de Etnografía Interdisciplinaria. En nuestra página web podrás encontrar más información sobre cárceles ecuatorianas y otros proyectos que realizamos, hasta la próxima.